Certificación de sistemas de gestión

Hoy en día, es muy común que la demanda de una certificación venga generada por la solicitud de un cliente o por los requisitos de un concurso público.

Esto se debe a que la certificación supone la verificación por una entidad u organismo independiente de la efectividad del sistema de gestión implantado en la organización. Además, las auditorias de seguimiento y/o recertificación suponen la adecuación de los requisitos a los posibles cambios en la operativa de la empresa, así como mejoras que pueden aportar unos auditores con amplia experiencia.

Por ello la auditoría externa debe verse como una oportunidad de mejora del sistema y no como un examen o inspección.

Por último, se ha comprobado que el consumidor final cada vez comprueba más en los sitios webs de las empresas si están tienen certificados o no.

Especialmente cuando no hablamos de marcas muy conocidas. Es muy habitual que este sea uno de los criterios de selección.

Integrar los diferentes sistemas de gestión de la empresa posibilita optimizar los diferentes procesos y evitar que algunas medidas encaminadas a la mejora de uno de ellos puedan afectar negativamente a otro.

Además, se consigue que no se pueda considerar la calidad productiva sin considerar el respeto al medioambiente, los entornos seguros, la seguridad de la información, etc.

• ISO 27001 de la Seguridad de la Información.
• ISO 22301 de continuidad de negocio.
• ISO 20000 Gestión de servicios.
• ISO 28000 Seguridad de la cadena logística.
• FSSC 22000, ISO 22000, HACCP Sistema de seguridad alimentaria.
• ISO 3834 Sistemas de gestión de calidad para soldadura por fusión.
• ISO 50001 Gestión de la energía.
• ISO 13485 Dispositivos médicos.
• EN 15224 Servicios sanitarios.